Quizá fuese la tarde adecuada para el lugar adecuado. Quizá fuese el momento adecuado para desintoxicarse de lo mundano, evadirse, desnudarse de lo inútil, volver a hablar cara a cara, con la naturalidad frente a frente, dejarse llevar, abandonar el numero maldito de caracteres, ese comentario banal que nos persigue al trazar cualquier expresión instantánea en ese mundo irreal...
Quizá fue aquella tarde la necesaria para tomar conciencia, crear ideas, compartir proyectos por pocos que hayan, e inquietudes por muchas que se tengan, aliviar nuestros problemas...y dar un repaso de cómo va el mundo, en definitiva intentar hacer, si no aprobar, el ejercicio de conciencia, ese que engloba lo que estamos viviendo, padeciendo y, quizá conscientemente, permitiendo…
Siempre hay un momento... un instante en el que tomamos consciencia de aquello que verdaderamente necesitamos saaber... hay momentos que son muy reveladores... Así de revelador como esta expresión de sentimiento que has plasmado con la palabra escrita...
ResponderEliminarUn abrazo